domingo, 28 de febrero de 2010

Cuento con moraleja

Dos bandidos llegan a una finca y entran en una pocilga, arrastrando a un tipo. Adentro está un negro de 1,90m y 120 kg , limpiándose las uñas con un cuchillo enorme.

  • “Negro, el jefe pidió que le des por el culo a este niñato, para que aprenda a no hacerse el macho con nuestra banda.”
  • Negro: “Déjenlo ahí en un rincón, que más tarde me encargo de él.”

Cuando los malandras se van, el tipo dice:

  • “Por favor, Señor Negro, no me haga eso, después de culeado mi vida se termina, tenga piedad, por el amor de Dios!!”
  • Negro: “¡Cállate la boca y quédate quietito ahí!”

Al rato vuelven los bandidos con otro pobre hombre.

  • “Negro, el jefe pidió que a este le cortes las dos manos y le perfores los ojos, para que aprenda a no tocar el dinero de la venta de drogas.”
  • Negro: “Déjalo ahí que dentro de un rato me encargo.”

Una hora después traen otro pobrecito.

  • “Negro, a este le cortas la verga y la lengua para que nunca más se meta con las mujeres del patrón.”
  • Negro: “Está bien, déjalo ahí en el rincón con los otros.”

Finalmente, traen a otro.

  • “Negro, a este lo cortas en pedacitos y le mandas cada pedacito para la familia.’

En ese momento, el primer tipo le dice al Negro, en voz bien baja:

  • “Señor Negro, por favor no se vaya a confundir, recuerde que ¡¡Yo soy el del culo!!

Moraleja:

A medida que conoces los problemas de los demás, te das cuenta que el tuyo no es tan grave !!!

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